viernes, 26 de diciembre de 2025

Lo más preciado que tengo



Te amo con la verdad que arde, 

con la llama que aún no aprende a pedir permiso. 

Siempre atesoraré lo que vivimos.

El primer beso que te dí en la mejilla venciendo mis miedos, 

y el primero que tú me diste en los labios venciendo los tuyos. 

La noche en la que me describiste las estrellas 

y la noche en la que te juré con la Luna de testigo 

recordarte hasta el último día de mi vida.

Las calles que recorrimos y que hicimos nuestras con nuestras risas, 

el mundo que hicimos nuestro y que iluminamos 

con el amor que irradiábamos a quién más lo necesitaba.

La escuela con sus gradas, sus pupitres, y sus pasillos 

que hicimos nuestra con nuestros propios aprendizajes.

Los parques, sus arboles, sus patos y su río

en los que nuestra inocencia se transformó. 

Mi cuerpo y tu cuerpo uniéndose con miedo de dejar de ser individuos, 

tus cicatrices y mis cicatrices chocando en un intento de curarse, 

tus miedos y mis miedos en un intento de entenderse.

Todo lo que tu amor sagrado hizo de mí, 

toda la bondad que despertaste en mí.

No quiero lastimarme ni lastimarte, 

todo lo que quiero es amarte como lo necesitas 

sin dejar de amarme, 

ser tuya en cuerpo y en alma 

sin perder mi voz en un eco que no me pertenece.  

Olvidarte es lo último que quiero hacer. 

Tu recuerdo es lo más preciado que tengo.

En el bosque de mi memoria 

siempre seguirás echando raíces y brotando flores.

jueves, 25 de diciembre de 2025

Confesión onírica en el desierto



Jugaba en la calle, como si el sol me devolviera la infancia, como si el mundo aún pudiera ser ligero.

Mi hermana me llamó al orden, me recordó que la calle es río de hierro, y que la inocencia puede ser herida por el tránsito de lo real.

El desierto nos recibió, con su motel de puertas frágiles, y yo agradecí que mi madre no supiera dónde estaba, porque a veces la libertad es también un secreto compartido.

Mientras caminaba sin coordenadas, buscando mi propio mapa, a lo lejos brillaba el mar, tan cerca y tan imposible. Mis pasos eran torpes, mordidos por la arena, y yo sentía que avanzar hacia la plenitud siempre cuesta más de lo que parece...pero el brillo era promesa de plenitud. 

Entonces vi la lucha: una iguana contra una serpiente.
La iguana era mi resistencia, mis uñas aferradas a lo conocido.
La serpiente era la sombra, oscura, inevitable, que me recordaba que no basta con defenderse, que hay que rendirse a lo profundo.

La noche cayó. El pasillo se abrió como un laberinto, y yo me escondí en un baño, buscando un rincón donde purificar el miedo. Afuera, la música era alegre y cruel, una voz que cantaba con fiesta y con amenaza. Yo temblaba, porque sabía que lo oscuro también se disfraza de júbilo. Mi miedo fue brújula ante la sombra externa, que también reclama su lugar.

Desperté con el eco de la serpiente en la sangre, con el mar aún brillando en la distancia.
Y entendí que mi sueño me habla:
que sigo siendo niña, que busco ser mujer,
que camino entre la sombra y la luz, y que mi destino es avanzar,
aunque la arena me pese, aunque la serpiente me reclame, hacia ese mar que me espera.


miércoles, 24 de diciembre de 2025

Proxémica


Te amo como se ama a las auroras boreales

celebrando siempre tu regreso como encuentro

atesorando cada caricia fugaz 

que deja inevitablemente su marca en el firmamento.

Te reconozco como cercano a mi corazón

íntimo a mi cuerpo y a mi alma, 

pero sin absorberte

no quiero perderme una sola característica tuya

ni uno solo de tus colores transformándose.

Te llamo en mis adentros

te nombro a la primera oportunidad

pero acepto y honro tu silencio 

como un espacio en el que te buscas 

y te reencuentras contigo.

No quiero orbitarte 

ni quiero que me orbites.

Quiero danzar contigo

con pausas

con distancia

y cuando así lo desees, con abrazo.  

Porque deseo que siempre me veas como acontecimiento

y no como entorno obligatorio

que me veas como un espacio 

donde puedes ser tú sin miedo

y donde celebres también 

todas mis estaciones.

domingo, 21 de diciembre de 2025

Maternidad


Sólo quiero que sea decisión mía y de la persona que amo. No un mandato de la sociedad ni de mi génesis.

No quiero sentir el peso de las voces que insisten en que me dé prisa para ganarle a las manecillas del reloj biológico porque "no se es del todo mujer hasta que se es madre". No lo haré sólo por miedo a sentirme una mujer incompleta.

No quiero hacerlo sólo porque "no se es hijo hasta que se es padre", ni seguir viéndolo como una forma de sanar a mi linaje, de intentar inútilmente corregir en el futuro los errores que cometieron los cuidadores con mis padres y mis abuelos. No puedo viajar al pasado y evitar todo el dolor, abandono, violencia y miedo que ellos vivieron. Tal vez la única forma de sanarlos es cuidando de ellos en su vejez, cuando de cierta forma vuelvan a la infancia.

No quiero hacerlo en un intento de demostrarme que puedo ser madre y a la vez profesionista porque los sueños de mi abuela y madre se marchitaron al enraizarse a un nuevo ser. No quiero hacerlo sólo porque mi hermana posiblemente no pueda tener hijos propios, y no quiero sentir la presión de que la historia distópica de mi familia no acabe con la mía.

Quiero ver muchas películas en el cine yo sola, viajar por toda la república con mi pareja durante muchos años, saltar de un paracaídas. Quiero escribir muchos libros y tener muchos hijos literarios primero. Quiero trabajar con cientos de consultantes y que muchos de ellos sean niños, y aprender a amar la niñez por lo sagrada que es, sin necesidad de ver mis genes plasmados en ellos.

Quiero que, si algún día un ser humano crece entre mis entrañas, sienta mi cuerpo como su casa. Quiero que se sienta amado y esperado desde el momento de su concepción, no sólo por mí, también por su padre, también por el mundo. Quiero que, si algún día un bebé se acuna en mis brazos, sea porque lo veo a él o ella y sólo a él o ella, no a mis padres, no a mis abuelos, no a mí misma, no a mis expectativas de quien quisiera que se convirtiera.

Quiero amarlo por quién será día a día, no por ser una extensión de mí, de mi pareja o de nuestros sueños inconclusos. Sólo quiero tener la libertad de decidir cuándo, y estar en paz si la respuesta de mi cuerpo, mía, o de mi pareja es "nunca". Ya amo la vida con todas sus complejidades y matices, y a mi consideración, ya creo vida todos los días al vivirla y sobrevivirla.

martes, 16 de diciembre de 2025

Mensaje en botella para Indiana Jones

Si supieras que el mejor regalo de Navidad, mi milagro navideño, fueron tus palabras que no puedo parar de releer y que me aprendería de memoria...

Si supieras que al recibir un mensaje tuyo tardo en contestar porque me pongo a dar vueltas en la cama y a dar saltitos y a gritar "YES, YES" en voz bajita mientras levanto los brazos al cielo...

Si supieras que cada vez que veo por la calle algo que me recuerda a ti, mi corazón late fuerte y pongo la sonrisa más tonta del mundo, y trato de ser racional y de no tomarlo como un mensaje del universo de "Quizás sí"...pero que simplemente no puedo porque soy extremadamente emocional y especialmente tratándose de ti...

Si supieras que eres el único hombre al que he soñado de múltiples maneras, pero que mi favorita es soñar que charlamos horas y horas (también de otra forma me encanta soñarte, pero shhhh esto está siendo escrito en horario familiar). 

Si supieras que por ti me replanteo mis proyectos más grandes y mis decisiones diarias más pequeñas, pero no es queja...en realidad siempre me terminas acercando más a mí.

Si supieras que por ti estoy aprendiendo a tomarme la vida con más calma, a dejar de estresarme por tesinas y exámenes en los que al final sacaré un 9, a aceptar que la incertidumbre está bien porque es parte de la maravillosa vida, a abrazar la libertad porque es pilar para el amor genuino...

Si supieras que lo que más me haría feliz sería tenerte cerquita...dejarías de disculparte por tonterías, de ponerlo en manos de la vida, y vendrías a darme un beso en esta sonrisa tonta que tengo de oreja a oreja, un beso antes de irte a navegar por el mundo, un beso que me diga que por más mujeres que se crucen en tu camino y en tu cama, yo seré siempre tu Marion, Indy.

No tienes que responder a esta intensidad ahora; yo la vivo como parte de mi camino, y sé esperar transitando mi propio destino. Esto es lo que siento, pero jamás como una exigencia; mi amor es un regalo que dejo en el puerto para cuando puedas y quieras recibirlo. 

El puerto siempre estará abierto, con mi sonrisa esperando tu llegada.

Te quiero, y pase lo que pase, siempre te querré.

domingo, 14 de diciembre de 2025

La permanencia del amor

Ser olvidado de cierta forma es como ser borrado, como morir.

Podemos dejar de ser amados por alguien...pero ¿Realmente podemos ser olvidados? 

Yo recuerdo a muchas personas que ya no están en mi vida; especialmente a aquellas que tuvieron un impacto significativo.

Tú tuviste el mayor impacto en mí...en mi personalidad, en mi forma de ver la vida, en mi forma de amar. Sé que nunca voy a olvidarte. No podré ni querré hacerlo.

Pero comprendo si tú necesitas dejarme atrás para ser genuinamente feliz. Y el que lo seas, es lo único que le pido ya a la vida...porque tú me diste todo, me salvaste de todas las formas posibles.

No me debes nada...

Tu amor siempre se quedará conmigo.




viernes, 12 de diciembre de 2025

Amando antihéroes

Tus sueños y mis sueños, mi forma de ver la vida y tu forma de ver la vida... son diferentes, pero son igual de valiosas. 

Ya no eres mi Steve Rogers, que se apresuraba a cubrir la granada con su cuerpo; ni mi Capitán América que se sumergió 70 años en el hielo para salvar el mundo...pero sigues siendo al hombre que espero, que amo ahora aún más que cuidas de ti y de tu felicidad.

Tal vez nunca he logrado ser tu Starlight, ni siquiera tu Annie January...no sabré nunca patearle el trasero a los malos, para mí todos somos antihéroes; aún así he intentado fortalecerme para proteger a quienes amo. Quizás de Annie sólo tengo el salir a las calles a protestar, con la esperanza de cambiar algo...

Pero sí soy Kaori, sí soy esa que, con los ojos anegados de lágrimas le sonríe a la vida, y que en cada nota musical, levita. Sí soy esa que se enamoró del mundo gracias a ti, que se inspiró a seguir viviendo gracias a ti, que seguirá luchando hasta el último respiro por y para ti.

Sé que piensas que soy demasiado soñadora, ilusa...pero el creer en utopías es lo que me hace levantarme todos los días.

Sé que te he decepcionado con mis decisiones imprudentes...y sólo quisiera que también pudieras ver mis pequeños actos diarios de valentía, porque tú me enseñaste que vivir vale la pena, que las cosas difíciles suelen costar tanto porque son hermosas.

Quisiera que vieras que no soy la adolescente que llora sobre los exámenes y se acuesta sobre el pupitre...que ahora me enfrento a mi miedo a los números con el corazón latiéndome rápido, con las mejillas calientes y con múltiples errores...pero enfrento, y para mí eso ya es valentía. 

Quisiera que en vez de pensar que ahora soy una mujer descuidada, supieras que me he desnudado de accesorios en un intento constante de mirarme bonita sin necesitar las miradas de nadie, rompiendo con autocastigos y con ilusiones de perfección que sólo me frustraban.

Quisiera que sepas que mi corte de cabello poco favorecedor para mí valió la pena, porque aunque temía muchísimo dejar de gustarte...fue despojarme del dolor, de la culpa, y de amar desde el sacrificio. 

Quisiera que pudieras ver todavía mi intensidad no como locura sino como amor por la vida en toda su complejidad... aunque sea un poco de ambas cosas, la verdad.

Quisiera que supieras que aunque soy radical con mis ideologías, a veces soy flexible me consiento y consiento a quienes amo, aun si eso implica alimentar al monstruo del capitalismo.

Quisiera que sepas que cuando sea mamá sí contaré las zanahorias, pero no porque mi niño tenga que comer cierta cantidad en gramos o calorías, sino porque quiero que se enamore de los números desde sus primeros años. 

Quiero que sepas que, aunque no eres quien fuiste en el pasado, aunque dejé que mis expectativas te pesaran...no eres sólo nostalgia. Eres mil veces mejor que mi idealización de ti. Sí te amo por quién eres, amo tus chistes crueles, amo tu arrogancia, amo tu no saber perder, amo tu miedo a ser vulnerable del todo.

Amo lo adorable que te ves cuando te pones nervioso, y te rascas la nariz. Amo que tus ojos lucen aún más dulces cuando sonríes con ternura, amo que quiero abrazarte aún más cuando te veo con un suéter puesto. Amo tus caricias tan apasionadas capaces de dejar moretones, amo sentirme tan frágil entre tus brazos y aún así sentir que estaré a salvo.  

Hay cosas que no entiendo, es verdad; pero quisiera que me las explicaras. Quisiera entender todo lo que te hace sonreír, conocer tu mundo. Para comprenderte me bastaría con observarte, para ser valiente ante todo me bastaría con saber que no soltarás mi mano. 

Amo que seas tan opuesto a mí...que seas más alto y más inteligente que yo. Amo que seas tan racional aún en momentos en los que yo sólo puedo ser emoción andante. Amo que puedas ver un mundo de posibilidades más allá de lo que mis heridas me permiten añorar.

Mirarte hacia arriba nunca me hará sentir pequeña ni poca cosa, porque estoy en paz con quién soy, con quién me estoy convirtiendo todos los días. Sé que no necesito que me ames para estar satisfecha con la vida...pero aún así, ojalá pudieras. Ojalá tuviera el privilegio de intentar todos los días hacerte muy feliz.

Ojalá algún día menos heridos...nos volvamos a encontrar, y podamos volver a ver nuestras diferencias como complementarias y no como algo que pone una distancia entre nosotros.



Lo más preciado que tengo

Te amo con la verdad que arde,  con la llama que aún no aprende a pedir permiso.  Siempre atesoraré lo que vivimos. El primer beso que te dí...