Enséñame que las mejores historias no tienen siempre los peores finales.
Enséñame que la libertad no siempre es peligrosa, que el poder no siempre corrompe...y yo te enseñaré la compleja paz en la calma de lo simple.
Enséñame que los peores monstruos podemos ser amados, que los peores errores pueden ser perdonados...y yo te enseñaré que las heridas sí sanan con el tiempo, que la confianza se puede reconstruir.
Por favor enséñame que estoy equivocada, que no fui un pasatiempo que abandonas cuando aumenta la dificultad. Enséñame que no te has cansado de mí y mis rarezas, y mi moral dicotómica, y mi pasión por todo.
Por favor enséñame que no volví a ser la muñequita de trapo que las personas bajan del estante sólo cuando están aburridas, que no volví a ser otra maldita vez el puerto de paso porque no soy hogar en el que valga la pena quedarse.
Enséñame que no soy mera nostalgia ni costumbre, que quieres conocer lo que pienso, lo que siento, lo que soy debajo de la piel y de las cicatrices...porque yo siempre estoy muriendo por saber más y más de ti.
Enséñame que puedo ser amada con todo lo horrible de mí, porque en verdad he intentado ser mejor para amarte mejor.
Enséñame que el amor no es otra ficción más en mi historia, porque intento gritarle al mundo a cada paso que doy que no lo es pero hoy es el primer día en el que siento que ya no puedo intentarlo más.
Enséñame que aún me amas, porque yo sé que aún en días como hoy, te amaré siempre.
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