Te amo como se ama a las auroras boreales
celebrando siempre tu regreso como encuentro
atesorando cada caricia fugaz
que deja inevitablemente su marca en el firmamento.
Te reconozco como cercano a mi corazón
íntimo a mi cuerpo y a mi alma,
pero sin absorberte
no quiero perderme una sola característica tuya
ni uno solo de tus colores transformándose.
Te llamo en mis adentros
te nombro a la primera oportunidad
pero acepto y honro tu silencio
como un espacio en el que te buscas
y te reencuentras contigo.
No quiero orbitarte
ni quiero que me orbites.
Quiero danzar contigo
con pausas
con distancia
y cuando así lo desees, con abrazo.
Porque deseo que siempre me veas como acontecimiento
y no como entorno obligatorio
que me veas como un espacio
donde puedes ser tú sin miedo
y donde celebres también
todas mis estaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario