Creo que Shakira se equivocó cuando dijo que la persona amada puede enseñarnos a querer a los gatos; en definitiva son los gatos quienes nos enseñan a amar a las personas.
Hace un momento me incliné hacia Kika, la gatita que lleva 4 años viviendo conmigo, y le susurré: "Gracias por estar aquí" pues caí en la cuenta de que podría aprovechar una ventana semi abierta e ir a cualquier parte, pero no...a ella le gusta esa silla con cojín viejo.
Creo que amar es eso: tener la mutua libertad de estar dónde sea, pero escoger el aquí y el ahora, adoptar como regazo apetecible el cojín con todas sus imperfecciones sabiendo que hay cojines más nuevos, más mullidos y aromáticos en otra parte.
Amar es acompañar, quedarse un ratito, y aún así dejar huellas de luz en la memoria que seguramente durarán toda una vida.

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