miércoles, 24 de septiembre de 2025

Liturgia del Desgarro

 Abrirme la frente, que salgan toneladas de arena:

 en mis extremidades no me dejan avanzar.

Sacarme los ojos, liberar océanos anegados. 

Rasgarme las venas, no sentir el dolor de mi ascendencia.

Que mi voz escape en un grito: mis caricias sanan, pero mi retórica despedaza. 

¿Y si mis heridas se desdibujaran? 

Temo que sepultada bajo las palabras se encuentre la nada.



domingo, 14 de septiembre de 2025

Elegir quedarse

 Creo que Shakira se equivocó cuando dijo que la persona amada puede enseñarnos a querer a los gatos; en definitiva son los gatos quienes nos enseñan a amar a las personas. 

Hace un momento me incliné hacia Kika, la gatita que lleva 4 años viviendo conmigo, y le susurré: "Gracias por estar aquí" pues caí en la cuenta de que podría aprovechar una ventana semi abierta e ir a cualquier parte, pero no...a ella le gusta esa silla con cojín viejo. 

Creo que amar es eso: tener la mutua libertad de estar dónde sea, pero escoger el aquí y el ahora, adoptar como regazo apetecible el cojín con todas sus imperfecciones sabiendo que hay cojines más nuevos, más mullidos y aromáticos en otra parte. 

Amar es acompañar, quedarse un ratito, y aún así dejar huellas de luz en la memoria que seguramente durarán toda una vida.


miércoles, 3 de septiembre de 2025

El vuelo que no fue, el amor que sí

 


Camino descalza sobre la tierra. Te miro en lo alto, inalcanzable…al menos tu luz baña el campo. 

Te soñé cerca. Te soñé tocable.
Te soñé hogar. Te soñé como el lugar donde mi miedo podría descansar.

Fuiste la promesa rota

del calor que no quema, 

del amor que no hiere.

Tú no sabías que, por historia heredada, nací con alas de cristal quebrado.

No sabías que mi infancia fue manchada por manos que no sabían amar. 

Nunca te lo expliqué...pero por eso temblaba en tu abrazo. 

Aún así, levanto mi mirada y clamo:

Aun con las alas rotas, traté de elevarme.

Perdóname por caer.

Nunca dejé de mirar al cielo. 

Quiero que sepas que mi amor, aunque torpe, fue verdadero. Y que mi deseo de amar sin repetir el daño es, quizás, más valiente que cualquier vuelo.

Acaricio la tierra y te susurro:

Tal vez, mi amor vino a enseñarte que no siempre se alcanza a las estrellas, pero que cualquier instante es bello para aprender a caminar. 

Quizás, tu amor fue en mi vida una semilla...una promesa sin estación, un latido sin cuerpo...que aún pulsa.

No voy a pedirte que bajes:

Tú, eres fuego que aún está aprendiendo a encarnar al hombre; yo, flor que aún no abre. 

Ya no te pediré amor; ya no suplicaré por redención a unos ojos que no desean verme. 

Me incorporo, y me abrazo:

Confío que aquí en mí misma, en esta ceniza fértil, podré echar raíz y sanará mi cuerpo. 

Confío en que mi voz perderá el miedo, y crecerá mi deseo de amar distinto.

Comienzo a caminar lentamente. Sé que ya no puedo mirar atrás, así que ya sólo agradezco cómo alumbras mi proyectada sombra...cómo me has ayudado a trazar mi silueta en el mundo. 

Gracias por ser mi Sol, aunque no seas mi tierra. 



Lo más preciado que tengo

Te amo con la verdad que arde,  con la llama que aún no aprende a pedir permiso.  Siempre atesoraré lo que vivimos. El primer beso que te dí...