lunes, 6 de noviembre de 2023

Anticristo

¿Por qué no me mataste? Creí que, si me levantaba, los pedazos óseos me apuñalarían; así que ahí me tenías en el suelo, con la mente y el cuerpo hechos trizas. Ni siquiera estaba ya luchando contra el peso de tus manos para aspirar una última bocanada de oxígeno. 

 ¿Te detuvo sólo el sadismo de seguir jugando con tu presa? 

Ahora entiendo todo. Entiendo por qué arrancaste mis cabellos y mis anhelos de un tajo. Entiendo por qué me encerraste en tu mundo de fantasmas y espectros, convenciéndome de que el peligro estaba fuera de tu prisión, y que eras mi salvador.

Anticristo.

Caminas sobre los escombros de los sueños que destruyes, no sobre los mares.

Dices dar lucidez a los ciegos, pero en realidad les llenas las cuencas con mentiras de humo.

Conviertes el agua en lágrimas para tus copas, mi pena fue tu vino embriagante.

Sanas una herida sólo para reabrirla mil veces, cómo disfrutas ver cuánto duele...

No traes a los muertos de vuelta a la vida; todos a tu alrededor desean la muerte para poder ser libres de tu yugo.

No. No te atrevas a autodenominarte el Mesías. No eres ni siquiera un enviado suyo.

Ya han pasado años, los hematomas que me dejaste por dentro se están decolorando...pero no he recuperado mi paz, me quita el sueño cuántas Magdalenas más planeas "salvar" de su infierno para llevarlas al tuyo. 



 

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